MITOS 1.2

Hablar de Príncipe Valiente tras el excelente libro de Rafa Marín, Hal Foster, una épica post-romántica (número 2 de la colección Sinpalabras de la editorial Sin Sentido) , me parece casi una herejía. Así que en lugar de centrarme en la parte más histórica o descriptiva, me vais a permitir que haga un recorrido mucho más personal.
La viñeta de al lado, per se (por si misma, para los de la LOGSE) es obra de arte y una de las mejores de la historia del comic, aparece en el volumen 1 de Valiente.

Mi primer contacto con el Príncipe Valiente de Hal Foster fue la edición de BURU LAN en formato grande que mi madre como buena madre me regalaba siempre que estaba enfermo. Yo, pobre de mí, infelice, con esas edades donde la razón apenas está relegada al azucar, comencé a devorar todos estos tebeos que llegaban a mí por arte de magia. Estaba maravillado por el Flash Gordon de Raymond y por el Hombre Enmascarado de Wilson McCoy, mis preferidos, relegando a un segundo plano esas aventuras de caballerías del tal Príncipe Valiente. Me aburrían soberanamente, recuerdo vagamente. No había ni combates estelares, ni mujeres vestidas con finas gasas… ni siquiera un en mal puñetazo que dejase marcada una calavera.
Pero años más tarde, cuando ya uno se va alejando del acné de la preadolescencia para entrar en la hiperhormonación adolescente, los granos pajeros y la casquería fonética, volví a encontrarme con el amigo Val, ¡Menuda sorpresa! Aquellas viñetas dispersas de la edición de Buru Lan tenían un sentido, una disposición. Se unían en páginas gloriosas, inmensas, obras de arte de una minuciosidad exagerada, rondando la perfección absoluta. Una impresión que no se correspondía con aquellos recuerdos infantiles, de los que también llegaba la sensación de aburrimiento.
Valiente renació en mi interior, cada una de las viñetas cruzaban mi retina, devorando el color, la intensidad, la línea. Brutal.
Descubrí una obra que hablaba del proceso de madurez de la persona, de la búsqueda de la felicidad, así, con minúsculas, porque es la que se encuentra en las pequeñas cosas, la que nace de estar en armonía con los demás.
Foster supo cómo atraparme, llevándome desde la épica de Camelot, del Rey Arturo y sus aventuras al camino sin retorno de la maduración del ser humano. De las terribles luchas por reconquistar su reino natal de Thule a maravillarse con la naturaleza, con una puesta de Sol. Un camino que hubiera sido imposible sin la magistralidad de Foster. Su dominio apabullante del dibujo (es posible afirmar, sin miedo, que Foster ha sido el dibujante que mejor ha entendido la figura humana en la historia del tebeo) le permitió trasladar al lector la pasión de sus protagonistas, la calidez de unos paisajes que nos transmiten la brisa de las praderas, el olor del mar…
Supo mezclar con habilidad la leyenda con la documentación histórica para crear el mundo perfecto para que sus personajes crecieran, protagonizando el primer gran “slice of life” de la historia (medieval, pero cumpliendo fielmente las claves de este género).

Queda aparte la anécdota de muchos que siguen sin entender la magna obra de Foster, afirmando que “no era un tebeo”, por incluir los textos a pie de viñeta. Y me permitiréis que ante semejante afirmación sólo pueda decir: “menuda gilipollez”.
Años mas tarde, otro amigo, Palomar, me hizo llegar una reedicion que editorial Planeta había hecho no hace mucho con un tratamiento nuevo del color que me volvió a enamorar, no pasa día que vuelva a leer uno de ellos. No tengo todos los de Planeta pero si todos son como los dos que vi, el color por ordenador en un comic, por fin esta bien aplicado.
Mi mujer, consciente de mi debilidad por los libros y por Foster, me regaló su biografía recientemente, llena de dibujos e ilustraciones nunca vistas.
Se que muchos de vosotros compartís esta afición por este mito, y al que no, se lo recomiendo.
No os arrepentireis

RELACIONES EPISTOLARES EN EXTINCIÓN

La escritura, ha evolucionado con el paso de los años de una forma espectacular dando lugar casi a la total desaparición en el caso de correspondencia personal vencida por la rapidez e inmediatez del teléfono y otros nuevos medios de comunicación. La aparición del movil, del messenger, del skype gracias a su inmediatez han dado un vuelco importante a la forma de hacer comunicación escrita.

El romanticismo de sentarse delante de un papel en blanco, con tu pluma, lápiz o boligrafo, unos sentimientos que comunicar, y la posibilidad de romper el folio si te equivocabas, estan desapareciendo en favor de las nuevas tecnologías. ¿Hace cuanto que no recibis una carta manuscrita, una postal,etc... de un amigo, novia o familiar?

El poder esperar una carta y el ansia que generaba, los nervios y la excitación ya no afloran en nuestro rostro y cuerpo cuando recibimos un email o un sms.

También hay que decir que blogs como este no serían posibles sin esas nuevas tecnologías y que el coste que supondría hacerlo a la antigua usanza sería alto, fotocopias, revelado de fotos,etc..

Me gustaría recibir alguna carta como antes con un buen texto que leer o un amigo que recordar, eso es para siempre, yo las guardo todas.

Si alguno os animais hacedlo a

Cesar Alvarez Holgado

c/Canteras nº19, 2ºD. 28430. Alpedrete. Madrid.

gracias